domingo, 26 de agosto de 2012

Ordinario de la Santa Misa Tridentina (Parte 2)


SEGUNDA PARTE DE LA MISA

El Ofertorio

(Cambia cada día y se encuentra en el Propio del Misal)

Ofrecimiento de la Hostia

El Sacerdote ofrece la Hostia grande (y también las pequeñas si las hubiere), Levantando la patena con la Hostia, dice:

Sacerdote: Suscipe, sancte Pater, omnipotens aeterne Deus, hanc immaculatam Hostiam, quam ego indignus famulus tuus offero tibi, Deo meo vivo, et vero, pro innumerabilibus peccatis, et offensonibus, et negligentilis meis, et pro omnibus circunstatibus, sed et pro omnibus, fidelibus christianis: ut mihi et illis proficiat ad salutem in vitam aeternam. Amen
Sacerdote: Recibe, oh Padre Santo, omnipotente y eterno Dios, esta que va a ser Hostia inmaculada y que yo, indigno siervo tuyo, te ofrezco a Ti, mi Dios vivo y verdadero, por mis innumerables pecados, ofensas y negligencias, y por todos los circunstantes, así como también por todos los fieles cristianos vivos y difuntos; a fin de que a mí y a ellos nos aproveche para la salvación y vida eterna. Así sea.

El Sacerdote echa en el Cáliz un poco de vino con unas gotas de agua, símbolo el vino de la Divinidad y el agua de la Humanidad. Jesús, Hijo de Dios, Dios y Hombre, va a ofrecerse sobre el altar, y, con Él, se ofrecerán, unidos al Celebrante, todos los asistentes. Todos los fieles, junto con Jesucristo, formamos un cuerpo misterioso, un cuerpo místico: Jesucristo es la cabeza y nosotros los miembros.

Sacerdote: Deus, U qui humanae substantiae dignatem mirabiliter condisti, et mirabilius reformasti: da nobis per hujus aquae et vini mysterium, ejus Divinitatis esse consortes, qui humanitatis nostrae fieri dignatus est particeps, Jesus Christus, Filius tuus, Dominus noster. Qui tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti Deus: per omnia saecula saeculorum. amen.
Sacerdote: Oh Dios, U que maravillosamente formaste la naturaleza humana y mas maravillosamente la reformaste: haznos, por el misterio de esta agua y vino, participar de la divinidad de Aquel que se digno hacerse participante de nuestra humanidad, Jesucristo, tu Hijo Señor nuestro, que, Dios como es, contigo vive y reina en unidad del Espíritu Santo, por todos los siglos de los siglos. Así sea.

Ofrecimiento del Cáliz

Sacerdote: Oferimus tibi, Domine, calicem salutaris, tuam deprecantes clamentiam: ut in conspectu divinae Majestatis tuae, pro nostra et totius mundi salute cum odore suavitatis ascendat. amen.
Sacerdote: Te ofrecemos, Señor, el Cáliz de salvación, implorando de tu clemencia que llegue en olor de suavidad hasta el acatamiento de tu Divina Majestad, para nuestra salvación y la de todo el mundo. así sea.

Ofrecimiento del Sacerdote y de los fieles

Sacerdote: In spiritu humilitatis et in animo contrito suscipiamur a te, Domine: et sic fiat sacrificium nostrum in conspectu tuo hodie , ut placeat tibi, Domine Deus.
Sacerdote: Recíbenos, Señor, animados de un espíritu humilde y de un corazón arrepentido: y tal efecto produzca hoy nuestro sacrificio en tu presencia, que del todo te agrade, oh Señor y Dios nuestro!

Y bendiciendo las ofrendas, el Celebrante continúa:

Sacerdote: Veni santificator omnipotens aeterne Deus: et bene U dic hoc sacrificium tuo sacto nomini praeparatm…
Sacerdote: Ven, oh Dios santificador, omnipotente y eterno, y ben U dice este sacrificio preparado para gloria de tu santo nombre…

Lavatorio de las manos

El Celebrante, aunque tiene las manos limpias, se las lava para expresar el deseo que tiene de la pureza interior, tan necesaria para tratar con Dios. Entre tanto reza el Salmo 25.

Salmo 25

Lavabo inter innocentes manus meas: et circumdabo altare tuum, Domine
Lavaré mis manos entre los inocentes; y me pondré oh Señor, al servicio de tu altar. Para hacerme eco de los cánticos de alabanza, y proclamar todas tus maravillas.
Ut audiam vocem laudis: et enarrem universa mirabilia tua.
Para hacerme eco de los canticos de alabanza, y proclamar todas tus maravillas. Yo he

 

Domine, dilexi decorem domus tuae: et locum habitationis gloriae tuae.
Yo he amado, oh Señor, el decoro de tu casa, y la mansión de tu gloria.
No perdas cum impiis, Deus animam meam: et cum viris sanguinum vitam meam.
No pierdas, Dios mio, mi alma con los impios, ni mi vida con los hombres sanguinarios.

 

In quorum manibus iniquitqtes sunt: dextera eorum repleta est muneribus.
Cuyas manos estan manchadas de maldad, y su diestra cargada de sobornos.
Ego autem in innocentia mea ingressus sum: redime me, et miserere mei.
Yo, en cambio, he procedido con inocencia; librame Tu y ten piedad de mi.

 

Pes meus stetit in directo: in ecclesiis benedicam te, Domine.
Mi pie ha andado por el camino recto: por lo que podre alabarte, oh Senor en las asambleas de los fieles.
Gloria Patri ...
Gloria al Padre ...

 

Sicut erat ...
Como era ...

Recomendación de la Hostia y del Cáliz

Volviendo al medio del altar e inclinado, el sacerdote recomienda a la Sma. Trinidad el Sacrificio que está celebrando para gloria de Dios, honra de los Santos y provecho de los hombres, diciendo:

Suscipe sancta Trinitas, hanc oblationem, quam tibi offerimus ob memoriam passionis, resurrectionis, et ascensionis Jesu Christi Domini nostri: et in honorem beatae Mariae semper virginis, et beati Joannis Baptistae, et sanctorum Apostolorum Petri et Pauli, et istorum, et omnium Sanctorum: ut illis proficiat ad honorem, nobis autem ad salutem, et illi pro nobis intercedere dignentur in coelis, quorum memoriam agimus in terris. Per eumdem Christum Dominum nostrum. Amen
Recibe, oh Trinidad Santa, esta oblación que te ofrecemos en memoria de la Pasión, Resurrección y Ascensión de Nuestro Señor Jesucristo y en honor de la bienaventurada siempre Virgen Maria, del bienaventurado San Juan Bautista y de los Santos A[postóles San Pedro y San Pablo, y de éstos y de todos los Santos; para que a ellos les sirva de honor y a nosotros nos aproveche para la salvación, y se dignen interceder por nosotros en el cielo aquellos de quienes hacemos memoria en la tierra. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. así sea..

 

Intercambio de oraciones

El sacerdote besa el altar, se vuelve hacia el pueblo y, se encomienda a sus oraciones diciendo:

Orate fratres: ut meum ac vestrum sacrificium acceptabile fiat apud Deum Patrem omnipotens.
Orad, hermanos, a fin de que mi sacrificio y el vuestro, sea aceptado en el acatamiento de Dios, Padre omnipotente

Y el pueblo le responde, orando por él, en estos términos:

Todos:

Suscipiat Dominus sacrificium de manibus tuis ad laudem et gloriam nominis sui, ad utilitatem quoque nostram, totiusque Ecclesiae tuae sanctae.
El Señor reciba de tus manos este Sacrificio, para alabanza y gloria de su nombre, y para nuestro provecho y el de toda su Santa Iglesia. Amen.

Oración-Secreta

(Cambia cada día y se encuentra en el Propio del Misal)

LA CONSAGRACIÓN

Prefacio

(El prefacio cambia en algunas festividades)

A modo de introducción, entre Celebrante y monaguillo (o el coro en las Misas cantadas), se entabla el siguiente diálogo:

Sacerdote: Per omnia saecula saeculorum
Sacerdote: Por todos los siglos de los siglos
Monaguillo: Amen.
Monaguillo: Así sea.
Sacerdote: Dominus vobiscum.
Sacerdote: El Señor sea con vosotros.
Monaguillo: et cum spiritum tuo.
Sacerdote: Sursum corda.
Monaguillo: y con tu espíritu. Sacerdote: ¡Arriba los corazones!
Monaguillo: Habemus ad Dominum.
Monaguillo: Ya los tenemos unidos al Señor
Sacerdote: Gratias agamus Domino Deo nostro.
Sacerdote: Demos gracias al Señor Dios nuestro.
Monaguillo: Dignum et justum est.
Monaguillo: Digno y justo es.

Prefacio

(El prefacio cambia en algunas festividades)
Luego del prefacio se recita el sanctus:
Sanctus, Sanctus, Sanctus, Dominus Deus, Sabaoth, pleni sunt coeli et terrae gloriae tua, hossana in excelsis, benedictus qui venit in nomine Domini, hossana in excelsis.

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