miércoles, 28 de noviembre de 2012

Novena de la Inmaculada Concepción

El Sábado 8 de Diciembre se celebra la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, y una de las mejores maneras de prepararse a su fiesta, es rezando su novena con piedad y devoción. La Novena se inicia el Jueves 29 de Noviembre.


U Modo de hacer la Novena: Puestos de rodillas, delante de una imagen de la Inmaculada Concepción, se santiguará y luego dirá todos los días el siguiente

U Acto de Contrición: Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero. Ante vuestra divina presencia reconozco que he pecado muchas veces y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de haberos ofendido. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo no volver a caer más, confesarme y cumplir la penitencia que el confesor me imponga. Amén.

U Oración para todos los días: Dios te salve, María, llena de gracia y bendita más que todas las mujeres, Virgen singular, Virgen soberana y perfecta, elegida para Madre de Dios y preservada por ello de toda culpa desde el primer instante de tu Concepción; así como por Eva nos vino la muerte, así nos viene la vida por ti, que, por la gracia de Dios, has sido elegida para ser madre del nuevo pueblo que Jesucristo ha formado con su sangre. A ti, purísima Madre, restauradora del caído linaje de Adán y Eva, venimos confiados y suplicantes en esta Novena, para rogarte nos concedas la gracia de ser verdaderos hijos tuyos y de tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha de pecado. Acordaos, Virgen Santísima, que habéis sido hecha Madre de Dios, no sólo para vuestra dignidad y gloria, sino también para salvación nuestra y provecho de todo el género humano. Acordaos que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a vuestra protección e implorado vuestro socorro haya sido desamparado. No me dejéis pues a mí tampoco, porque si no, me perderé; que yo tampoco quiero dejaros a Vos, antes bien cada día quiero crecer más en vuestra verdadera devoción. Y alcanzadme principalmente estas tres gracias: la primera, no cometer jamás pecado mortal; la segunda, un gran aprecio de la virtud, y la tercera, una buena muerte. Además dadme la gracia particular que os pido en esta Novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestra y bien de mi alma.

U Día Primero: ¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como preservaste a María del pecado original en su Inmaculada Concepción y a nosotros nos hiciste el gran beneficio de librarnos de él por medio de tu santo bautismo, así Te rogamos humildemente nos concedas la gracia de portarnos siempre como buenos cristianos, regenerados en Ti, Padrenuestro Santísimo. (Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria Patris a la Santísima Trinidad, y luego pide lo que por intercesión de la Inmaculada Concepción deseas conseguir de esta Novena).

Gozos a la Inmaculada Concepción de Nuestra Santísima Señora

(Escritos en el año de 1762, A cualquiera que dijere o cantare estos gozos, concedieron por cada copla Sr. Arzobispo de Tarragona 80 días de indulgencia. Y 380 días por los Gozos completos por día. )

+ Para dar Luz inmortal, Siendo Vos Alba del Día; Sois concebida María, Sin pecado original.

U Ave sois, Eva trocada, Sin el ay, de aquella pena: ¿Cómo os dirá Gracia plena, Quien os busca maculada? Si lo dice la Embajada Del Ministro Celestial; Sois concebida María, Sin pecado original.

U Ester, que tocáis primero En el cetro de la Cruz, Que ya para darnos luz Ofrece el Divino Asuero: Porque no os comprende el fuero De la provisión Real; Sois concebida María, Sin pecado original.

U Como la culpa traidora Al sol no pudo mirar, Tampoco pudo aguardar, Que amaneciese la Aurora: Pues huye de Vos, Señora, Este nocturno animal; Sois concebida María, Sin pecado original.

U Con armónica unión Se ajusta el divino acento A Vos sonoro Instrumento De toda la redención: Por tocar con proporción La música más cabal; Sois concebida María, Sin pecado original.

U De la harina sois la Flor Para el Pan Sacramentado, Que nunca tuvo salvado La masa del Salvador: Si para formarse Amor La previno candeal; Sois concebida María, Sin pecado original.

U En Gracia el Eterno Dueño Creó los ángeles bellos; Y en Vos, que sois Reina de ellos, No dejaría el empeño: Siendo para el desempeño La Prenda más principal; Sois concebida María, Sin pecado original.

U Dice que sois toda hermosa, En sus cantares un Dios, No hallando macula en Vos Para ser su amada esposa: canción tan misteriosa Repitan con gozo igual Sois concebida María, Sin pecado original.

U Ya en la Iglesia es más constante Que su culto en la intención Mira a vuestra creación Pura, limpia y radiante: Del Mundo en aquel instante La Patrona Universal Sois concebida María, Sin pecado original

U En esta primera entrada, Sion Divina, el Señor Os mira con más amor, Que a cuanto en Jacob le agrada: Así en Gracia acumulada Con tan inmenso Caudal; Sois concebida María, Sin pecado original.

U Pues pudo elegiros tal, El que para Madre os cría; Sois concebida María, Sin pecado original.


V: En tu Concepción fuiste Inmaculada.

R: Ruega por nosotros al Padre, cuyo Hijo diste a luz.

Oración Final

Oremos: Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, Pues todo un Dios se recrea En tan graciosa belleza. A ti, celestial Princesa, Virgen sagrada María, Te ofrezco en este día Alma, vida y corazón. ¡Mírame con compasión!¡No me dejes, madre mía morir sin confesión! Mi corazón a tus plantas, pongo, Oh Divina María, para que a Jesús lo ofrezcas junto con el alma mía, Amén.


U Día Segundo: ¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como preservaste a María de todo pecado mortal en toda su vida y a nosotros nos das gracia para evitarlo y el sacramento de la confesión para remediarlo, así Te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la gracia de no cometer nunca pecado mortal, y si incurrimos en tan terrible desgracia, la de salir de él cuanto antes, por medio de una buena confesión. (Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria Patris a la Santísima Trinidad, y luego pide lo que por intercesión de la Inmaculada Concepción deseas conseguir de la Novena, y todo lo demás como el día primero)

U Día Tercero: ¡Oh santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como preservaste a María de todo pecado venial en toda su vida, y a nosotros nos pides que purifiquemos más y más nuestras almas, para ser dignos de Ti, así Te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la gracia de evitar los pecados veniales y de procurar y obtener cada día más pureza y delicadeza de conciencia. (Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria Patris a la Santísima Trinidad, y luego pide lo que por intercesión de la Inmaculada Concepción deseas conseguir de la Novena, y todo lo demás como el día primero)

U Día Cuarto: ¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como libraste a María del pecado y le diste dominio perfecto sobre todas sus pasiones, así Te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la gracia de ir domando nuestras pasiones y destruyendo nuestras malas inclinaciones, para que Te podamos servir con verdadera libertad de espíritu y sin imperfección ninguna. (Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria Patris a la Santísima Trinidad, y luego pide lo que por intercesión de la Inmaculada Concepción deseas conseguir de la Novena, y todo lo demás como el día primero)

U Día Quinto: ¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como desde el primer instante de su Concepción diste a María mas gracia que a todos los Santos y Ángeles del cielo, así Te rogamos humildemente por intercesión de tu Madre Inmaculada nos inspires un aprecio singular de la divina gracia que Tú nos adquiriste con tu sangre y nos concedas el aumentarla más y más con nuestras buenas obras y con la recepción de tus santos sacramentos, especialmente el de la comunión. (Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria Patris a la Santísima Trinidad, y luego pide lo que por intercesión de la Inmaculada Concepción deseas conseguir de la Novena, y todo lo demás como el día primero)

U Día Sexto: ¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como desde el primer instante infundiste en María, con toda plenitud, las virtudes sobrenaturales y los dones del Espíritu Santo, así Te suplicamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas a nosotros la abundancia de estos mismos dones y virtudes, para que podamos vencer todas las tentaciones y hagamos muchos actos de virtud dignos de nuestra profesión de cristianos. (Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria Patris a la Santísima Trinidad, y luego pide lo que por intercesión de la Inmaculada Concepción deseas conseguir de la Novena, y todo lo demás como el día primero)

U Día Séptimo: ¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro, Así como diste a María, entre las demás virtudes, una pureza y castidad eximia, por la cual es llamada Virgen de las Vírgenes, así Te suplicamos, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la dificilísima virtud de la castidad, que no se puede conservar sin tu gracia, pero que tantos han conservado mediante la devoción de la Virgen y tu protección. (Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria Patris a la Santísima Trinidad, y luego pide lo que por intercesión de la Inmaculada Concepción deseas conseguir de la Novena, y todo lo demás como el día primero)

U Día Octavo: ¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como diste a María la gracia de una ardentísima caridad y amor de Dios sobre todas las cosas, así Te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas un amor sincero a Ti, oh Dios y Señor nuestro, nuestro verdadero bien, nuestro bienhechor, nuestro Padre, y que antes queramos perder todas las cosas que ofenderte con un solo pecado. (Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria Patris a la Santísima Trinidad, y luego pide lo que por intercesión de la Inmaculada Concepción deseas conseguir de la Novena, y todo lo demás como el día primero)

U Día Noveno: ¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como has concedido a María la gracia de ir al cielo y de ser en él colocada en el primer lugar después de Ti, así Te suplicamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas una buena muerte, que recibamos bien los últimos sacramentos, que expiremos sin mancha ninguna de pecado en la conciencia y vayamos al cielo para siempre gozar en tu compañía y la de nuestra Madre, con todos los que se han salvado por ella. (Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria Patris a la Santísima Trinidad, y luego pide lo que por intercesión de la Inmaculada Concepción deseas conseguir de la Novena, y todo lo demás como el día primero)

No hay comentarios:

Publicar un comentario